Michela Molina: “No veo la hora de competir en los Panamericanos de Lima”

La deportista entrena a doble jornada.

Cuenca (Azuay). Cuando despierta, muchas veces, no imagina lo dura que será la jornada. Simplemente hace su ritual diario de limpieza, alista sus implementos, su bicicleta y sale a entrenar a la montaña. Sea con frío o calor, lluvia o sol, ella pedalea por su sueño.  Michela Molina no se despeina; ella siempre está bien arreglada en su rutina de ejercicios porque piensa que “uno no sabe con quién se va a encontrar” acotó entre risas.

A los 12 años, comenzó su camino por las pistas de montaña, primero en campeonatos provinciales y nacionales para luego a los 16, salir a competir en los escenarios mundiales.

A los 12 años, comenzó su camino por las pistas de montaña, primero en campeonatos provinciales y nacionales para luego a los 16, salir a competir en los escenarios mundiales representando al Ecuador. En la categoría Junior fue campeona panamericana, en sub 23 ganó oro en la modalidad ‘Cross Country Eliminator’ que hace parte del ciclismo de montaña, fue Vicecampeona en Juegos Bolivarianos y para este año ya tiene asegurada su clasificación a Juegos Panamericanos en busca de un cupo para los Juegos Olímpicos.

Se prepara intensamente, no hay tregua cuando de alcanzar una meta se trata. Practica dos veces al día, luego va a recuperación en el Centro de Entrenamiento para el Alto Rendimiento de Cuenca y le dice al médico que la deje a punto para su entrenamiento de la tarde. También va al gimnasio a fortalecer su cuerpo y junto a una dieta rigurosa hace lo necesario para estar en buenas condiciones para competir, siendo su meta principal los Panamericanos de Lima.

“Competir en Lima es algo que he esperado hace tiempo, no veo la hora de estar en mi bicicleta rodando en la montaña, lo anhelo y voy a conseguirlo, porque mi sueño es clasificar a Tokio 2020” expresó Molina.

Pero el deporte no es la única actividad en la que invierte su tiempo Michela. Ella es Licenciada en Psicología Clínica y trabaja para ayudar a que los niños con discapacidad cognitiva tengan una mejor calidad de vida. “El deporte se puede convertir en la mejor herramienta para que los más pequeños y con vulnerabilidad en la parte intelectual sean aceptados e incluidos en la sociedad y puedan sobrepasar las barreras que les impone esta condición”.

Así como llegó a la entrevista se fue, rápido, sin pausa de cara a la cuesta, la parte más complicada a la hora de entrenar, pero donde a base de sudor y lágrimas deja hasta su último aliento para conseguir sus metas, tal como ocurrió en los Bolivarianos de Santa Marta 2017.

 

ESR / Secretaría del Deporte (18-01-2019)