José Larrinaga, un cazatalentos de judocas manabitas

Juan Larrinaga junto a Sofía Marero y Blanca Chalá.

Portoviejo (Manabí). – La clasificación a los Juegos Olímpicos se constituye en uno de los objetivos más preciados para cada atleta. Si bien, es el principal protagonista de ese logro, no se puede dejar de lado a quién está detrás de ese anhelo y que en cierta forma complementa un trabajo sacrificado.

Se trata del entrenador, aquella persona que sabe escuchar, que es una fuente constante de motivación, polivalente, riguroso, tolerante y siempre positivo. Esas aristas las ha manejado muy bien el adiestrador cubano José Larrinaga, quien con su sapiencia aportó a la clasificación de las judocas Carmen Chalá Quilumba y Estefanía García Mendoza, a Juegos Olímpicos.

En 1996 se convierte en entrenador de Federación Deportiva de Manabí (FDM), a través del convenio que existía con Cubadeportes. “En ese año conocí a Carmen Chalá, quien no tenía mucho tiempo entrenando el judo ya que siempre se dedicó al atletismo, tenía 30 años de edad aproximadamente”, recordó Larrinaga.

Muchos no apostaban por Chalá, su argumento era que a su edad era imposible darle logros importantes a Ecuador. “Las condiciones de Carmen eran mucho más coordinadas por el mismo hecho de haber sido atleta, aposté por ella, no había en el país una judoca con gran talento; un día le dije con total convencimiento a  Vicente Gutiérrez (presidente de FDM), yo la clasifico a unas olimpiadas y no solo fue en una ocasión, sino en tres”, mencionó Larrinaga.

Carmen Chalá nació en la provincia del Carchi, pero con mucho orgullo comenta que es manabita de corazón. Participó en los Juegos Olímpicos de Sidney – Australia 2000, también fue nuestra representante en Atenas – Grecia 2004 y Pekín – China 2008, mostrando de esta manera su potencial como judoca.

Ganó tres medallas en los Juegos Panamericanos entre los años 1999 y 2007, y 16 medallas en el Campeonato Panamericano de judo entre los años 1996 y 2009. En los Juegos Suramericanos consiguió seis medallas entre los años 2002 y 2010.

El judo en Manabí fue elevando su nivel ya que no solo Carmen Chalá destacaba en el contexto nacional e internacional. También Emilio Alcivar y Zoila Prado, le daban triunfos a la provincia.

Con el tiempo fueron apareciendo las figuras de las manabitas Estefanía García Mendoza y de Diana Chalá, quienes eran convocadas de manera constante para integrar la selección de Ecuador.

“Ambas tenían condiciones para clasificar a Juegos Olímpicos, sin embargo, Estefanía fue quien le dio esa alegría una vez más a la provincia y al país al llegar a Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Ahora está con posibilidades de clasificar a su tercera olimpiada que sería Tokio 2020. “tengo la plena confianza que lo logrará”, aseguró Larrinaga, quien adiestra a Estefanía desde los nueve años.

Dentro de su carrera como judoca, la portovejense conquistó una medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2015, y cinco medallas en el Campeonato Panamericano de judo entre los años 2012 y 2019.

Blanquita sigue los pasos de su tía

A lo largo de estas dos décadas, el apellido Chalá ha significado mucho para el judo ecuatoriano. Hoy aparece la figura de Blanca Chalá (sobrina de Carmen), quien con apenas 14 años ha representado a Ecuador en certámenes internacionales con gran suceso.

En el 2015 la deportista conquistó dos bronces en un Sudamericano y Panamericano. Mientras que en el 2018 aseguró el título panamericano y el subtítulo sudamericano, ambos en la categoría Sub-15. También se colgó la medalla de oro en los XXIV Juegos Sudamericanos Escolares, en Arequipa, Perú. Este año en el Us Open en Estados Unidos también se llevó la medalla de oro.

“En la familia Chalá hay muchos deportistas, Blanquita está para llegar a los Juegos Olímpicos de la Juventud en el 2022, para eso estamos trabajando en este proceso, el camino es muy duro, pero con disciplina y responsabilidad se llega lejos”, expresó el adiestrador isleño.

Carmen Chalá Quilumba, Estefanía García Mendoza, Diana Chalá, Johao Velasco, Carlos Zambrano y ahora Blanca Chalá, son la carta de presentación de José Larrinaga, que hace varios años adquirió la nacionalidad ecuatoriana.

“Cuando el atleta gana, los micrófonos y las cámaras son para ellos, pero no se dan cuenta que el entrenador también tiene parte de esos logros. Me siento orgulloso de haber aportado para que dos judocas hayan colocado su nombre en cinco olimpiadas, además de otros chicos que le han dado a su provincia y al país sendos triunfos, esa es mi manera de disfrutar y de ser recíproco con lo que me ha dado Ecuador”, comentó finalmente José Larrinaga.

 JPD/Secretaría del Deporte (26/12/2019)