Cuenca (Azuay).- La triatleta Elizabeth Bravo entrena en Cuenca para afrontar dos copas mundo que se realizarán en Australia y Nueva Zelanda en el mes de marzo. En una pausa de su preparación nos contó aspectos importantes de su vida que le ayudaron a vencer muchos obstáculos hasta llegar a ser un referente en el deporte del país.

¿Cuéntanos de tus primeros pasos en el deporte?

En mi casa tuve una enseñanza muy buena de parte de mis padres que siempre me exigían tener una actividad complementaria a los estudios. En el arte, practique ballet y también casi toda la vida fui deportista, pasando por el atletismo y la natación, a los 19 años pude experimentar con el triatlón y desde ese momento quedé impactada por la complejidad de esta disciplina y lo duro que había que entrenar para llegar a un buen nivel.

¿Cómo fue ese momento en que comienzas en el triatlón y decides ser una gran exponente en este deporte?

Fue algo complicado porque en un principio no contaba con ninguno de los implementos necesarios para la práctica del triatlón, entonces tenía que usar casco, bicicleta y zapatos prestados, lo que era muy complicado para mí, pero con el tiempo y el esfuerzo de mis padres, a los 24 años pude tener mis implementos y seguir adelante con mi sueño.

En tus comienzos ¿cuál era tu sueño?

De niña me gustaba mucho ver las olimpiadas y me imaginaba estando en una de ellas, hasta cuando dormía, soñaba con participar en la competencia más importante que puede tener cualquier deportista y a base de mucha dedicación y sacrificio he podido participar en dos juegos olímpicos representando a mi Ecuador.

¿Cómo se siente participar en unos Juegos Olímpicos?

Es una experiencia inolvidable, estar ahí, entre tantos deportistas y que conozcan donde estaba mi país porque la mayoría de personas con las que interactuaba no sabían que existía una nación con este nombre que quedaba en Suramérica. En lo deportivo es inigualable por el gran nivel con el que llegan, sinceramente lucharé para volver a vivir algo así.

¿Cuál es el logro que más te hace sentir orgullosa?

Definitivamente ser campeona en una Copa del Mundo ha sido de lo mejor que me ha pasado en la vida, ganar en los Panamericanos y en cada competencia internacional que he logrado un podio ha sido importante para mi carrera profesional ya que todo lo he planificado al detalle para triunfar. Esto ha sido un esfuerzo en conjunto con la Secretaría del Deporte y el Plan de Alto Rendimiento que me ha incentivado a ir más allá.

Ahora que eres madre, esposa y deportista, ¿de qué manera alternas tus actividades?

Mi hijo es un regalo maravilloso me que dio la vida y estoy feliz de ser madre. Igualmente, mi esposo es mi entrenador así que pasamos mucho tiempo juntos, planificando competencias y trabajando duro. Queremos involucrar a nuestro hijo en el deporte desde temprana edad porque estoy convencida que la vida es movimiento y que con el deporte podemos ser más saludables y activos.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Pienso seguir compitiendo hasta que pueda, porque todavía tengo mucho para dar, además soy profesional en Fisioterapia y tengo un máster en Osteopatía, lo que me abre muchas posibilidades en el futuro. Cuando me retire del ámbito competitivo, seguiré ligada al deporte para ayudar a muchas personas a cuidar la parte física que es de mucha importancia.

ESR / Secretaría del Deporte (22-02-2019)